Las competencias centrales de la farmacia
son: La actitud de servicio, el servicio de calidad y la atención rápida,
amable y personalizada.
El planteamiento de estrategias, objetivos,
metas y programas de acción, afectan la sucesión no programada del director de
una empresa como de la farmacia de que se habla.
Para la farmacia, la decisión de aplicar
una auditoria administrativa, representa la identificación de oportunidades de
mejora, que ofrecen un mejor servicio al cliente, así como contar con las
condiciones estables para mejorar el funcionamiento.
Deben de realizarse acciones como la
capacitación del personal, o pláticas grupales del método a adoptar para lograr
que los empleados, no solamente acepten sino se identifiquen con los enunciados
con la Misión y Visión.
Afrontando el reto de nuevas estrategias y
tácticas, enfrentándolas mediante la difusión de información en forma
envolvente, es decir que llegue a todos los puntos de la organización.
Mejorando a su vez, la cultura
organizacional; con la implementación de un manual de operaciones,
estableciendo también un sistema de incentivos que premien a la buena acción de
los colaboradores, a través de evaluaciones de desempeño.
Se considera que hay un vacío de liderazgo
por que los niveles directivos no saben impulsar las buenas acciones a través
del ejemplo, proponiéndose a su vez la consulta e involucramiento de todos
colaboradores, para hacerlos sentir como lo que son, partes importantes del
funcionamiento de la empresa.
Para lograr una verdadera mejora es
necesario implementar mecanismos de control por lo que cree necesario el
fortalecimiento de las competencias laborales, tomando en cuenta la medición y
comparación constante de resultados.
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